La proporción de inversores que sostienen que las acciones están
sobrevaluadas es superior a cualquier momento registrado, al menos desde
2001, lo que indica que ayer aumentó la ansiedad mientras los papeles
norteamericanos corrían el riesgo de marcar su primera caída diaria de
1% desde octubre.
Ese dato proviene de la última encuesta a
inversores realizada por Bank of America Merrill Lynch que también
señala que los administradores de carteras están saliendo de las
acciones norteamericanas, papeles de energía y activos británicos para
entrar en mercados emergentes, servicios públicos y productos básicos.
El índice de referencia S&P 500 cayó 1,4% del
pico intrarrueda de 2.382, debido a que la creciente pelea política en
Washington sobre la reforma del sector de salud genera temores de que
Donald Trump no pueda avanzar con las medidas de estímulo económico que
prometió.
El llamado reflation trade de Trump (la idea de que
volvería la inflación) ayudó a impulsar un alza de los índices de
acciones estadounidenses gracias a las esperanzas de los gestores de
fondos de que los recortes de impuestos, desregulación y más gasto
público aumentaría la rentabilidad de las empresas norteamericanas. Pese
a que disminuyeron las expectativas por los resultados en las últimas
semanas, los múltiplos de las acciones de EE.UU. siguen siendo más altos
que antes de las elecciones de noviembre, lo que hace creer a los
inversores que el mercado está sobrevaluado. La valuación basada en la
relación precio/ganancias futura para el S&P 500 actualmente se
encuentra en su nivel más alto desde 2004, según muestran datos de
FactSet.
"La actual valuación del S&P 500 depende mucho
de que Trump logre avanzar con su agenda económica", dijo Jerry Lucas,
estratega de UBS Wealth Management. "Si Trump tiene problemas con la
salud, podría ser más difícil sacar adelante la reforma tributaria... y
la aprobación de esa reforma es crucial".
Según la encuesta, que consultó a cerca de 200
inversores que manejan activos por cerca de u$s 600.000 millones, sólo
10% espera que los recortes de impuestos sean promulgados antes de que
el Congreso entre en receso de verano.
Los analistas de Bank of America Merrill Lynch
agregaron que las posiciones en efectivo que actualmente tienen los
administradores de carteras podrían sostener un alza del mercado para el
resto del primer semestre del año.
La encuesta también señala que los inversores están
poniendo una mayor proporción de sus fondos en acciones europeas, donde
las asignaciones de activos son hoy las más altas en casi un año. Los
índices norteamericanos son los más caros, sostienen esos inversores.
El S&P 500 subió más de 10% desde la victoria
electoral de Trump quien, junto con los republicanos que retuvieron el
control del Congreso, matuvo la posibilidad de un recorte de impuestos a
las empresas. Los mercados también se vieron beneficiados con un
repunte global de los datos económicos. "Los fundamentos que apuntalan
esta recuperación todavía son saludables", dijo David Lebovitz, un
estratega de JPMorgan Asset Management. "Es justo observar la
trayectoria que hemos visto y decir que las acciones se ven caras. Pero
los papeles ¿están caros con relación a qué? No están caros comparado
con la renta fija".
Los administradores de carteras consultados por
Bank of America señalaron que es más probable que un alza en las tasas
globales ponga fin al mercado de acciones alcista, que un crecimiento
mediocre de ganancias.
Una mayoría sostiene que para que haya un mercado
bajista se necesita un rendimiento de 3,5% para los bonos a 10 años del
Tesoro estadounidense.
Ayer, el rendimiento cayó 3 puntos básicos a 2,43%,
manteniéndose en el rango de los 30 puntos básicos en el que sostiene
desde que la Reserva Federal se reunió en diciembre.
La retirada en las acciones estadounidenses de ayer
acompañó un salto en el índice de volatilidad Vix del CBOE (Mercado de
Opciones de la Bolsa de Chicago), que mide la volatilidad implícita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario