El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, aseguró esta tarde que no hay "margen" para "relajar la política monetaria", ya que considera que "los costos de poseer una inflación elevada son altísimos" y ratificó de esta manera la estrategia contractiva que impulsa en la entidad desde que asumió su conducción.
Sturzenegger habló hoy en el cierre del XX Taller de Economía Internacional y Finanzas, en donde hizo un repaso sobre las metas del Banco Central y volvió a poner la disminución de los niveles inflacionarios como una de las tareas fundamentales de la autoridad monetaria.
"La inflación es uno de los impuestos más regresivos y distorsivos", aseguró, y remarcó que "difícilmente podamos alcanzar ni la igualidad de oportunidad ni el crecimiento económico si no tenemos ahorro intermediado y no combatimos" el aumento de los precios.
Para Sturzenegger "es sorprendente" que se cuestionen los costos de bajar la inflación.
El presidente de la autoridad monetaria repasó la incidencia de los impuestos para los trabajadores de acuerdo a su nivel de ingreso, y marcó que mientras para el decil de menores ingresos la presión de la inflación llega casi a los 20 puntos, para los del decil más alto ronda el 5%.
"Como si la historia de Argentina no fuera suficiente, cuando se comenta desde la profesión sobre las metas de inflación del BCRA, que este año son entre el 12% y el 17%, muchas voces que se escuchan resaltan los costos de lograr esta inflación. Esto es verdaderamente sorprendente", dijo el funcionario nacional.
Sin embargo, indicó, "los costos de poseer una inflación elevada son altísimos, tanto en materia de igualdad de oportunidades como también de crecimiento económico".
"Por este motivo, el Banco Central ha mantenido un sesgo contractivo en su política monetaria (...) Garantizar el cumplimiento de las metas no deja margen en este momento para pensar en un relajamiento de la política monetaria", remarcó Sturzenegger.
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