LONDRES (Reuters) - El crecimiento de la actividad
empresarial de la zona euro se desaceleró más de lo esperado en febrero,
afectado por unos precios más altos y una divisa más fuerte, aunque aún
mantuvo su solidez mientras el optimismo de las compañías subió a un
máximo en al menos cinco años y medio, indicó el miércoles un sondeo.
La
zona euro emergió como una de las economías de mejor evolución el año
pasado y sus empresas arrancaron 2018 incrementando su actividad al
ritmo más rápido en más de una década.
Pero el Índice
Preliminar de Gerentes de Compras (PMI) de febrero mostró que el
vertiginoso ritmo de crecimiento de enero, el más rápido en más de una
década, ha perdido algo de impulso.
La estimación del
PMI compuesto de IHS Markit para la zona euro, considerado como una
buena indicación de la situación económica del bloque, se situó en 57,5
este mes, por debajo de todas las previsiones de un sondeo de Reuters
que había pronosticado un descenso más modesto a 58,5 desde la lectura
final de enero de 58,8.
“Llevamos diciendo por un tiempo
que sería increíble si se pudieran mantener niveles tan elevados, por
lo que un retroceso no ha sido nada sorprendente. Todavía es un nivel
muy elevado”, dijo Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
Los
datos conocidos de Alemania y Francia, las dos mayores economías del
bloque y las únicas que publican estimaciones flash del PMI, mostraron
que el crecimiento de la actividad empresarial disminuyó.
Williamson
dijo que el bloque se dirigía hacia su mejor trimestre desde el segundo
trimestre de 2016 y que el PMI apuntaba a un crecimiento del 0,9 por
ciento en los tres primeros meses del año, mucho mayor que el 0,6 por
ciento pronosticado en una encuesta de Reuters.
Las
empresas compartieron su optimismo, y un índice que mide dónde creen que
estará la producción en un año subió a 68,3 desde 68,0, su nivel más
alto desde que IHS Markit comenzó a recopilar los datos en julio de
2012.
Un PMI que cubre la dominante industria de
servicios del bloque coincidió con el pronóstico más bajo de una
encuesta de Reuters. Cayó a 56,7 desde 58,0, frente a una expectativa de
consenso de 57,6.
Sin embargo, ese debilitamiento se
produjo mientras las empresas volvían a subir los precios, una buena
noticia para el Banco Central Europeo (BCE), que se prepara para ir
abandonando su política monetaria ultraflexible.
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