El mercado de bonos en Estados Unidos transita un momento de importante
volatilidad y caída de precios, lo que implica un escenario de
suba de tasas. Justamente, la tasa del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha generado
un rally de 87 puntos básicos desde
septiembre pasado, accediendo a máximos de 2,90% y acercándose a los
valores registrados en 2014 de 3,05%. La dinámica hacia adelante será
importante y para ello
es clave entender las causas que
explican la dinámica alcista actual de las tasas en EE.UU. y por lo
tanto de las tasas del resto de los bonos del mundo, argentinos
incluidos.
Mayor déficit fiscal por la reforma tributaria EE.UU. y aumento del gasto publico
Una
de las causas a las cuales se puede adjudicar la suba de tasas de los
bonos del tesoro es la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Donald Trump,
combinada el impulso de un presupuesto que aumenta el gasto público.
Con el último presupuesto presentado, se esperan que los ingresos
fiscales caigan en u$s 3700 millones entre el 2018 y el 2027. Esto
significa que
el Estado Americano contará con menos ingresos gracias
a la reforma tributaria y que adicionalmente gastará más que antes
producto del ambicioso programa de gasto público. Esa brecha de mayor
gasto combinado con menos ingresos implica un incremento del déficit. En
concreto, el presupuesto actual implica que EE.UU. padecerá déficits de
u$s 7200 millones en la década venidera; el plan del año situaba la
cifra en u$s 3200 millones. Con lo cual, al tener un déficit aún más
abultado, el riesgo de la deuda será naturalmente mayor y por ello es
que las tasas han mostrado una aceleración alcista en las últimas
semanas.
Inflación y suba de tasas de la Fed
Adicionalmente al programa presupuestario y la reforma tributaria podemos encontrar datos económicos que dan a entender que
la inflación está tomando un mayor vuelo en EE.UU.
El buen dato de empleo,
mostrando que la economía americana se encuentra en uno de los niveles
de menor desempleo en la historia ,genero cierta alerta en los
inversores cuando detectaron que los salarios comenzaron a subir. Desde
que la Fed tomó las riendas para salir de la crisis financiera en 2009,
se planteó como objetivo dos metas básicas que eran estabilizar el
mercado laboral, buscando alcanzar niveles de pleno empleo, y
una meta de inflación del 2% anual.
Hoy en día estamos en esos niveles aunque la dinámica inflacionaria ha
sido menos intensa que la del mercado laboral. Sin embargo, gracias a
que en el último registro se ha detectado una suba mayor a la esperada
en los salarios, implicaría que el pleno empleo ya se encuentra
ejerciendo presión en la inflación salarial. Este contexto podría
empujar a la Fed a ser mas agresiva en la suba de tasas hacia adelante
(el mercado espera entre tres y cuatro suba de tasas en 2018) para
evitar que la economía se recaliente.
Fed normalizando su hoja de balance
Otro
dato que juega a favor de la suba de tasas se puede encontrar en el
proceso de normalización monetaria desarrollado por la Reserva Federal.
Esta normalización tiene dos focos. Por un lado busca colocar a la tasa
de interés en niveles "históricamente más normales" que los vistos desde
la crisis de 2008 ya que las tasas se han mantenido en valores muy
bajos vistos desde una perspectiva histórica.
Por otro lado, se busca recomponer la hoja de balance de la Fed luego de años de compras de bonos enmarcadas dentro de
los programas de expansión cuantitativa (
Quantitative Easing).
El plan para la reducción de la hoja de balance abarca cerca de u$s
4200 millones de dólares de inversiones en bonos gubernamentales y
papeles respaldados por hipotecas que acumuló cuando respuesta a la
crisis financiera de 2007 a 2009. De esta forma, estaríamos viendo una
Fed que ya no se encontraría activamente en el mercado de bonos sino que
más bien, estaría desarmando posiciones (o dejando vencer los bonos),
lo que implicaría un empujón mas para las tasas. Es decir, menos demanda
de bonos hace que los precios de los mismos tiendan a bajar y que por
lo tanto las tasas de la renta fija global muestren un sesgo alcista (a
menor precio, mayor rendimiento).
Cambio de miembros de la Fed e independencia de la Reserva Federal en la era Trump
Un
factor político que al menos genera mayor incertidumbre en el mercado
internacional es el reciente cambio de presidente de la Fed. La salida
de
Janet Yellen y el ingreso de
Jerome Powell como
nuevo presidente genera nerviosismo entre los inversores. De hecho,
muchos analistas en Wall Street sugieren que estamos de frente a la Fed
con menor experiencia de la historia. Es decir, la poca trayectoria
dentro de la Fed, tanto de Powell como varios miembros dentro del comité
de política monetaria implica una prima de riesgo adicional para los
inversores dentro del mercado de renta fija. De todos modos, Powell ha
demostrado estar en una línea parecida a la de Yellen con respecto a
cómo entiende la política monetaria, y la Reserva Federal históricamente
ha mantenido siempre su independencia. La clave hacia adelante será
definir si con su programa de suba de tasas en un escenario en el cual
Trump quiere empujar aún más la economía y ver si esos eventuales roces
derivan o no en una menor autonomía de la Reserva Federal. Todos estos
cambios e incertidumbres representan una cuota de riesgo adicional que
el mercado ha estado incorporando a los precios en los últimos meses.
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