La economía mejoró en diciembre un 0,6 por ciento (en términos desestacionalizados) con respecto a diciembre con lo que acumuló en el año un crecimiento del 2,8% y el nivel de actividad alcanzó su punto más alto de la serie actual (que toma como año base el 2004 y que va desde 2012 hasta la actualidad), según los datos que publicó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Desde el Gobierno destacaron que el crecimiento económico del año pasado fue el más alto desde 2011. Lo cierto, también, es que tiene como punto de partida el 2016, un año en el que el mismo indicador había arrojado una contracción del 2,3%.
Aún con esas salvedades, el nivel de actividad desestacionalizado fue en el último mes del 2017 el más alto de la serie, superando los picos de mediados de 2015, antes de las elecciones presidenciales de ese año.
La suba del 2,8% es la que esperaban los analistas y la que ya habían dado por hecho funcionarios del gobierno incluso en declaraciones públicas. Y en cuanto a la deuda pública, implica que no se dispara el pago del cupón PBI.
El cierre del año
El mayor impulso al crecimiento de la actividad durante el año pasado lo dio la construcción. En diciembre, el nivel de actividad del sector fue un 12,2% más alto que en el mismo mes del 2016.
Ningún otro sector de actividad creció en el año siquiera en rangos parecidos al de la construcción. Y el podio en la comparación interanual (diciembre vs. diciembre) lo completan “impuestos netos de servicios” y “otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales”, ambas con una variación del 3,7%.
Los mayores aportes al crecimiento interanual de diciembre los dieron (en este orden) los impuestos, la construcción y el comercio.
En el medio, también registraron un nivel de actividad más alto a fin de 2017 en diciembre de 2016 la intermediación financiera (3,1%); comercio (2,3%); agricultura, ganadería, caza y silvicultura (2,2%); actividades inmobiliarias (2%); hoteles y restaurantes (2%); servicios sociales y de salud (1,7%); enseñanza (1,5%); minas y canteras (1,3%); electricidad, gas y agua (0,6%); administración pública (0,3%) e industria manufacturera (0,2%).
Los únicos sectores que cerraron el año pasado peor que el 2016 fueron pesca (-10,3%) y transporte y comunicaciones (-0,2%)
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